Por Azucena Meza
Se encumbran pseudos
liderazgos del PRI, de recicle, en las entrañas de MORENA, bajo el cobijo del
Prof. Víctor Castro, actual candidato a Senador por ese partido, quien, tras la
lejanía y ausencia de un Leonel Cota Montaño de tierras sudcaliforniarnas, hoy
queda bien claro, quién es quién en MORENA, y Víctor Castro, de facto, se ha
empoderado del partido, tejiendo veladamente estrategias dignas de poner
atención y de cuestionar, dos que tres jugadas que recientemente viene
haciendo, titiriteando claramente a Rubén Muñoz, quien pareciera de nueva
cuenta, lo chamaquean o ya de plano, se ve que no le queda de otra, más que ir cediendo
el favor de su candidatura.
Primero, con el sobrino del
Prof. Víctor Castro, para la primer regiduría de la planilla en el municipio de
La Paz, y ahora, con la llegada de Martin Inzunza, etiquetado por Alfredo Porras Domínguez como el
asesor estrella de la coalición(tras bambalinas); y que, junto a su cuñada, la
pseudo líder de las mujeres priistas, Fernanda Villarreal, ambos, la mancuerna
de oro, se han logrado subir a la cargada del negocio de los chapulines, a quienes
le persiguen las sombras ante la opinión pública, de las continuas traiciones, pues es bien conocido, una de tantas, que, ya habían dado la espalda al PRI, cuando fueron regidores por ese
partido, y que solo usaron para chantajear y chapulinear con el PRD.
Queda claro y al descubierto también, quiénes partirán el queso en MORENA, dejando de lado, fast track, a las y los
que sí han sudado la camiseta, a esa mujeres que día a día han estado ahí
defendiendo a su partido, promoviendo el voto, no obstante, la lectura de poder que Rubén Muñoz y Víctor
Castro, están heredándoles a sus correligionarias en estos momentos críticos de
la competencia, es que, para ser tomadas en cuenta, hay que ser golpistas, hay
que hacer berrinches y estar en otro partido, para ser recibidas con bomba y
platillo. Pero, qué esperan en MORENA, de estos pseudos liderazgos que viven del golpe, del
chantaje y de la traición, que únicamente están acostumbrados a obtener el
membrete en una institución política, para chantajear y obtener otras prebendas.
Morena hoy se ha vuelto un
partido que no ha dimensionado bien, quién es quién, empezando por reconocerle a las mujeres que sí han estado trabajando dentro de su partido, por lo
contrario, sus hoy candidatos, no solo se han tardado para hacer esa labor política interna, sino que, le hacen más reverencia a los de afuera, que a su
propia gente. Ahí está el detalle.
Pero, Rubén Muñoz lleva
pocos días en campaña, y está dado muestra de poco temple para las decisiones
políticas, se ha dejado manipular por un Víctor Castro, que, a todas luces, ya
se visualiza como candidato a gobernador, y no gusta de sombras políticas que
le causen mella. Razón que pone en evidencia las diversas acciones, como adherir
a un personaje públicamente quemado, como es el caso de Fernanda Villarreal, la
papa caliente, cuyo discurso en la parte mediática, es evidente golpea más a Rubén Muñoz que al propio
Víctor Castro, donde sus propias encuestas, solventan por ahora, cualquier barbaridad política.
Pero, ¿qué necesidad de
armar evento y alzar la mano, de una persona que no suma? ¿Por qué poner a cuadro
mediáticamente a quiénes claramente gozan de desprestigio político,?¿A quién beneficia y a quién perjudica? ¿Por qué
sumar a gente de un partido que hoy está deshecho por la corrupción? ¿Por qué no
es Alberto Rentería dirigente del partido MORENA y el Enlace Víctor Castro,
quienes formalicen estas adherencias políticas? ¿Qué suma Fernanda Villarreal a
MORENA? ¿Por qué Rubén Muñoz no alza la mano de las mujeres MORENISTAS que sí le
han acompañado sudando la camiseta?
Es claro que, no se trata de
un error de cálculo ni de una estrategia mal trazada y lo
saben, los tomadores de decisiones del partido en MORENA, o sea Víctor y su cuadrilla, que la gente está
cansada precisamente de la política caciquil, entonces, por qué exponer a un candidato codearse con personajes desgastados y quemados políticamente, pero, pareciera que las encuestas
emborrachan antes de tiempo a cualquiera, y la cruda soberbia se vuelve visible
y se convierte en el peor enemigo de los políticos, ya lo vivió Andrés Manuel
López Obrador, en pasadas elecciones y ha perdido cada 6 años. Y acá en Baja
California Sur, recientemente, los partidarios morenistas y sus candidatos,
sacaron una encuesta que los coloca arriba, dejando en la impresión pública, que, hagan lo
hagan, digan lo que digan, adhieran a quien adhieran, así sea el mismo diablo o su peor enemigo,
ganarán, como si la irracionalidad per se, fuera el argumento político, un
manto sagrado que empieza atrincherarse en su partido que los libera de todo
error.
Quizás las encuestas emborrachan hoy, pero recuerden que después de toda borrachera viene la cruda realidad. Por lo que, demostrarse solventes en las encuestas, para costear dos que tres errores mediáticos, bien dirigidos para golpear a Rubén Muñoz, y claro él que se deja golpear, no es ninguna inocentada sin planear, más bien, sería algo que el Prof. Víctor Castro puede responder conclaridad, y preguntarse su militancia ¿Qué tan fuerte está el fuego amigo en MORENA? ¿Y a qué grado han llegado sus acciones?
Mientras a Morena se le suman personajes en solitario, como lo fue Barrón Pinto y Fernanda Villarreal; al PAN, se les están sumando cientos, primero fueron 400 de MORENA a Marcos Puppo, y ahora 200 de MORENA a Pelayo. ¿No sería bueno que hagan a un lado las soberbias en MORENA, y reflexionen en la autocrítica sana, cómo evitar las desbandadas? ¿Y por qué se están dando.?
Es claro que, mientras unos se dedican a sumar, otros, mejor se dedican a multiplicar.
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